sábado, 1 de diciembre de 2012

La Leyenda de los Volcanes



Explosiones violentas de fuego y de lava ascienden entre nubes de humo negro y cenizas. Relámpagos y truenos quiebran en cielo y hacen temblar la tierra. Desde el horizonte, tras la sierra y los montes, se va desprendiendo un sol de sangre.

—¡Los antiguos dioses regresan al mundo!— Gritó desesperadamente un anciano que se refugiaba bajo un puente de concreto.

Las multitudes se revolvían en un caos mortal, cientos yacían aplastados por sus propios hermanos. Los gritos y llantos se desvanecían al imponerse sobre ellos la voz de la montaña en erupción.

—¡¡Es el fin...!!— se quejó el anciano, aferrándose a un poste de teléfono mientras el río de gente lo atropellaba.

Un fuerte terremoto azoto la ciudad, destruyendo toda esperanza y barriendo con las torres que solían rasgar las nubes. Mientras el enfurecido disco del sol se abría camino entre el humo, otra figura imponente se levantó sobre el mundo. Lentamente, provocando el crujir del planeta mismo, la dama de piedra se puso de pie. Al principio su andar era lento, pues su cuerpo estaba entumido por haber pasado tantos siglos en quietud y en silencio. Ya camina con paso firme, su presencia logra calmar al volcán.

—Calla y duerme, amor de roca y humo, guarda tu furia en el corazón del mundo y cubre tu rostro con la helada manta de nieve y paz...— ordenó ella.

La gigante de piedra sopló para esparcir las nubes de gas y ceniza, dejando al sol un campo libre y azul. Ya no se escuchan los truenos, pero la otrora orgullosa metrópoli yace en ruinas.

—Señora del tiempo y de la calma... ¡Ayuda a tu pueblo que se pierde en la agonía y la desesperanza!— lloraba el viejo, su clamor se alzó por los aires y un viento del norte lo llevó hasta los oídos de la mujer petrificada.

La montaña viva marchó hasta el anciano y lo tomó entre sus manos, plagadas de raíces y chorreantes de agua fresca. El hombre se hincó y colocó sus manos en gesto de súplica, sus lágrimas rozaron la piel del monte.

—No hay nada más que pueda hacer por ustedes, el destino es terreno de fuerzas más grandes que los cerros y los valles... Y sin embargo, es un poder que los dioses han otorgado sólo a sus hijos los seres humanos...— explicó la mujer.

—Entonces es verdad! Estamos perdidos para siempre...— respondió el anciano, arañándose las mejillas.

—En verdad su tiempo se ha agotado si les es imposible ver la esperanza, aún desde la oscuridad... Los tiempos que vienen estarán entre los peores, el sol será de sangre día y noche, la luna morirá y no se escuchará el canto de ningún ave en todo el país... Sólo con la mirada en el horizonte podrán soportar esta marea, sólo uniéndose para buscar un camino que estará lleno de sacrificios, pero tendrá que recorrerse. Los tiempos en que se miraba arriba y se pedían respuestas han concluido, cada ser humano tendrá que asumir su propia responsabilidad y ver por el futuro de este lugar, no hay marcha atrás, el volcán sólo permanecerá dormido hasta que ustedes lo ordenen... El es el espíritu de fuego que habita en todo hogar, y que ha sido aplastado y silenciado por demasiados años, su furia se ha acumulado y ahora será muy difícil contenerla. Si ustedes no buscan ese destino, si no guían el rugido del volcán, este nos consumirá a todos, borrando las almas sin esperanza que serán el cadáver de una nación cuyo nombre se perderá para siempre.

El anciano permaneció en silencio hasta que la mujer montaña lo liberó en el suelo, alejándose para recostarse de nuevo, sobre la línea del horizonte. La tierra se conmocionó y el volcán comenzó a escupir fuego y humo, aún más poderoso que antes. Con los pies resecos y el estómago adolorido por el hambre, el viejo comenzó su camino. Al pasar junto a los pequeños grupos de personas que aún habitaban las derruidas calles, les pedía que lo siguieran, apuntando con su dedo hacia el frente. Poco a poco, la procesión creció, hasta que sumaba algunos millares. Marchando descalzos sobre el pavimento agrietado y lleno de basura, los habitantes de la ciudad avanzaban orgullosos, cada vez más llenos de esperanza. Cuando uno caía, otros lo levantaban inmediatamente; si alguien se quedaba atrás lo esperaban; si faltaba agua compartían sus botellas... Los grandes impulsaban a los chicos, hablándoles de posibilidades antes inimaginables. Canciones y música brotaban de diferentes puntos del desfile. Todo estaba en movimiento, avanzando constantemente hacia adelante a pesar de las montañas de escombro. Con el rostro inclinado hacia el cielo, el anciano se percató de que el fuego del volcán se movía sobre ellos, manteniendo el fluir de la pesada marcha. Con lentitud, una misteriosa fuerza se fue apoderando de cada uno de los caminantes, a su alrededor los edificios se reconstruían, muchos de ellos con mayor esplendor que antes. La vida regresaba a la ciudad y al país, el sol de sangre se convirtió en oro, y la luna brillo de nuevo en el cielo de la noche.

Una tarde, mientras recordaba la era de tinieblas, el anciano volvió la mirada a la mujer montaña. Su silueta velaba aún sobre el valle, cubierta por la nieve. Con el corazón encendido le agradeció la lección, llenándose nuevamente de lágrimas de emoción. Se asomó al balcón y observó al mundo de gente que circulaba por la calle, sonriendo dijo:

—Nuestro destino es caminar...

Xesús F.

martes, 10 de julio de 2012

El Comunismo de Tchaikovsky



El Siglo XX fue un desfile de propuestas económicas, políticas y sociales que aun hoy en día tienen eco en muchos lugares del mundo. Ahora, entrada la primera mitad de la primera década del XXI, la humanidad se encuentra en una crisis institucional sin precedentes. Los modelos del siglo pasado colapsar bajo su propio peso y no vemos llegar una solución resistente al panorama globalizante.

La tortuosa vida de las propuestas comunistas dejo su gloria bajo los escombros del muro de Berlín, muy pocas cabezas realmente permanecen unidas bajo el estandarte rojo. Por un lado vale la pena preguntarse la evolución histórica de dichas ideas fue tan siquiera algo cercano a las ideas de Marx... Quizá no. Sin embargo, no es caso perdido...

Fuera de las complicaciones de una administración nacional, o de lose todos de producción y los sindicatos, existe un mundo donde la utopia de la camaradería sigue vigente. El único espacio donde la humanidad ha logrado convivir en absoluta armonía con un fin común, y además noble y enriquecedor. Se trata de la música.

Altamente recomendada, la película de coproducción rusa y francesa llamada "Le Concert" o "El Gran Concierto" nos muestra el lado comunitario de la música y su enorme potencial como fuente de inspiración humana. Uno de los diálogos del largometraje expresa concretamente la relación estrecha que existe entre la utopia comunista y una orquesta ofreciendo un concierto.

Espero quienes lean esta publicación se den tiempo de ver la película y reflexionar al respecto. Lo importante no es la búsqueda de un regreso a modelos políticos y sociales ya por demás caducos, sino la demostración de que los seres humanos realmente contamos con la capacidad de convivir , crear y crecer como una comunidad. Creyendo en esto, las posibilidades para el futuro toman ligeros matices de esperanza... Ojalá.

Xesús F.

martes, 3 de julio de 2012

¿Históricamente Absurdo?



3 de Julio de 2012...

El país está en llamas. Las redes sociales derraman el surtido más amplio de intenciones y emociones, en su gran mayoría expresando enojo, hartazgo, inconformidad e incluso el más profundo resentimiento. Las calles abarrotadas de protestas, desde las más legítimas hasta las más perversas. No habrá lugar para errores en la próxima transición, pues estamos finalmente al borde del precipicio.

El gobierno arrastra un lastre de poco menos de doscientos años en los que las malas decisiones han opacado a las buenas intenciones. A principios del Siglo XXI la Nueva España resplandecía ante el mundo como el puente entre Europa y Asia, las naos recorrían el Pacífico una y otra vez para regresar al puerto de Acapulco desbordando de riquezas exóticas. Las grandes haciendas mineras, azucareras, textiles, agrícolas y ganaderas elevaban el prestigio de este portentoso Virreinato. Pero el precio de construir semejante imperio sobre las espaldas azotadas de los negros, las manos llagadas de los orgullosos indígenas y los agujereados bolsillos de mestizos y criollos terminó por inclinar la balanza hacia el propósito de la Independencia.

Si bien es erróneo e ignorante considerar 1810 como inicio de todo aquello a lo que llamamos México, podría decirse que sí es el primer punto de quiebre para nuestra turbulenta historia política. Al establecerse oficialmente la Independencia de México en 1821 nuestro vecino del norte ya contaba con aproximadamente 40 años de experiencia como nación federalista. Todos sabemos que desde que existe una nación norteamericana existe la ambición de reclamar las Américas en nombre del Tío Sam. Así fue entonces que el embajador norteamericano trajo consigo los documentos necesarios para establecer en la novata soberanía mexicana la logia Yorkina, a la que pertenecieron los padres del Estado Norteamericano. La labor de la logia en México fue la venta de ideales de República que estaban desarrollándose en los Estados Unidos y que, por cuestiones de futura expansión, les convenía "compartir" con sus vecinos hispanoamericanos. La breve alianza entre Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero concluyó cuando dos poderosas fuerzas comenzaron a luchar por el corazón de México. Por un lado estaba la idea de la República Federal bajo el modelo de los Estados Unidos, sustentada por la logia Yorkina a la que para este entonces ya pertenecía y representaba Vicente Guerrero. En oposición estaba la idea que muchos criollos sostenían desde el Siglo XVI, en la que el Virreinato dejaba de depender políticamente de la Corona Española y se establecía como una Monarquía Democrática al estilo de Francia. Incluso se hizo la invitación al exiliado Rey español para que fuese la cabeza del Imperio Mexicano, su Majestad declinó y fue entonces que se proclamó al insurgente Agustín de Iturbide como monarca. Poco duró este sueño pues la presión de los federalistas evitó al nuevo rey asentar la clase noble necesaria para sustentar su corona. Al poco tiempo se celebraban las primeras elecciones presidenciales y legislativas de los Estados Unidos Mexicanos.

Hoy vemos más que nunca las consecuencias de la escueta labor que tuvieron a bien realizar nuestros antepasados al establecer en un antiguo Virreinato una República Federal. El problema no está en adoptar el modelo federal, sino en la transición. México estaba organizado como una monarquía, hubiera sido más sencillo -y más lógico- conservar la organización para comenzar a construir una nación más fuerte. Una monarquía democrática, como lo son hoy en día España e Inglaterra, permite que exista la democracia al establecerse un Parlamento y un Ministerio. Así, nuestro país hubiera evolucionado de manera más estable hacia los modelos contemporáneos de democracia y eventualmente convertirse en una República Federal cuya constitución se construyera sobre las bases de una historia coherente...

¿Vale la pena siquiera imaginarse todos los "hubieras" que esto implica?

Tal vez no. Pero es importante considerar la historia cuando buscamos soluciones a problemas de hoy, sobre todo cuando vemos levantarse a una institución política que se encargó de transformar a las pocas cosas buenas que nos pudo haber traído la revolución de 1910 en males que aún nos costarán por décadas. Es triste ver cómo el miedo y la incertidumbre que han sido además alimentadas por la inseguridad, la violencia y la pobreza crecientes, han obligado a nuestro país a sufrir la democracia en lugar de gozarla.

En los próximos días se impugnarán los resultados electorales, ya hemos visto cantidad de "pruebas" que se pueden interpretar como un fraude, ya estamos sufriendo de nuevo la toma de las calles de la capital y escuchamos los gritos de la sociedad inconforme y molesta... ¿Qué es lo que permitiremos que suceda si el tribunal electoral nombra a Enrique Peña Nieto presidente electo?

Acaso...

¿Marcharemos por las calles hasta que él o su partido declinen la presidencia en favor de Andres Manuel? ¿Marcharemos a las televisoras para reclamarles su responsabilidad en el resultado de las elecciones, o en el posible fraude? ¿Dejaremos que reporteros y staff de los medios sean abusados e incluso maltratados física y verbalmente cuando únicamente se dedican a hacer su trabajo? ¿Organizaremos un plantón que cause peores situaciones de tráfico, la quiebra de negocios y la pérdida de empleos?

...Ó...

¿Marcharemos por que el nuevo gobierno en realidad sea de todos y para todos y que el gabinete presidencial y la legislatura realmente reflejen los resultados obtenidos en las casillas? ¿Marcharemos por que se nos permita evaluar y auditar como fuerza ciudadana a los gobiernos, para que respondan por sus actos con transparencia y si no obligarlos a pagar las consecuencias conforme a lo que dicta la ley? ¿Marcharemos por tener la oportunidad, legítima a los ciudadanos, de privar de todo poder a gobernantes que no cumplan con sus obligaciones? ¿Promoveremos el recorte de la cámara de diputados a través de la eliminación de los plurinominales y la reducción de la cantidad de senadores a la mitad (2 por estado)? ¿Promoveremos la participación ciudadana y el desarrollo sustentable, entendiendo que es nuestra responsabilidad colectiva como mexicanos el que nuestro país realmente mejore?

Es muy fácil marchar cuando no tenemos trabajo que perder. Es muy fácil quejarse cuando podemos delegar toda la responsabilidad y simplemente criticar sin proponer. Es lo más sencillo y cómodo gritarle groserías a Televisa por su participación en las campañas electorales y al mismo tiempo seguir las telenovelas, los programas de concursos, los talk shows, etc... ¿Por qué hasta ahora le reclamamos a Televisa si a nuestros abuelos ya les daba atole con el dedo? ¿Por qué seguimos sufriendo de los pésimos servicios de Telmex y Telcel? ¿Por qué seguimos permitiendo que se despilfarre dinero en segundos pisos del periférico, pistas de hielo y conciertos gratuitos de Justin Bieber cuando la Ciudad de México es al mismo tiempo uno de los sitios con más lluvia y con menos agua potable?

Hay que reflexionar cuánto tiempo hemos estado rodeados de lo absurdo, y cuánto de esto ya forma parte de nosotros mismos... ¿Dónde está la frontera?

Espero que esta primera publicación pueda abrir puertas... Cualquiera que sea su opinión me encantaría leerla como comentario. ¡Gracias!

Xesús F.