domingo, 28 de julio de 2013

Luz y Oscuridad



Se dice que todos los seres humanos nacemos con las capacidades de hacer el bien y el mal en igual medida, y que las decisiones que tomamos durante la vida, al acumularse, pesarán más de un lado o el otro. Desde hace mucho tiempo, la cultura Occidental se ha definido a través de la eterna lucha entre el lado de la "luz" (lo bueno, lo divino y lo sagrado) y el lado de la "oscuridad" (lo malo, lo demoníaco, visceral, animal, oculto y tenebroso).

El concepto de "Edad Media" ha llevado esta a proporciones épicas: diariamente se ejecutaban brujas y herejes, se declaraban guerras contra los infieles y se convencía al pueblo del terror que debemos sentir ante el pecado. Europa, en ese entonces, era para sus habitantes un territorio genuinamente oscuro y aterrador, cuyos impenetrables bosques eran sin duda casa de demonios y hechiceros, cada epidemia o sequía se consideraba un castigo divino que el pueblo había traído sobre sí mismo al pecar y constantemente circulaban leyendas y rumores de maldiciones en viejos castillos o casas abandonadas, duendes, monstruos, ogros y espíritus malignos que cazaban las almas de los aterrados aldeanos...

Sin duda es ese relato de la Edad Media lo que construye en nosotros occidentales esa trinchera y línea de fuego entre las fuerzas del bien y del mal. Caracterizado en el Catolicismo en dos entes, opuestos en todo sentido, que son Dios y el diablo. La doctrina cristiana propone a Dios como creador del ángel que se convertiría en Satanás, y por lo tanto le otorga un poder mayor al lado del bien, el de la luz.

Conceptualmente, la luz se tiene que crear, mientras que la oscuridad ha existido siempre. La oscuridad es lo que queda cuando se va la luz, no es una consecuencia ni un producto, simplemente el estado natural del universo. No hay nada que provoque más a la imaginación humana que la oscuridad, en ella puede habitar cualquier cosa hasta que una luz revele otra realidad. La oscuridad creó a los dragones y a los ogros de la edad media, a los hombres lobo y a los vampiros, a las hadas, los duendes y los fantasmas. Ella despierta en nosotros el miedo a la muerte, a lo desconocido, es incertidumbre y duda. Tan pesada como pueda llegar a ser, la sombra impenetrable siempre ha sido enorme fuente de inspiración para la inventiva y la creatividad humanas. En lo personal, por ejemplo, considero la etapa oscura de Goya enormemente conmovedora, me provoca miedo, pero me ayuda a entender todo lo que realmente contiene el reino de sombras.

Mientras que la oscuridad es fuente de creación, la luz es un agente de "revelación". La luz desnuda a la oscuridad para dejar ver sólo materia. Si disparamos un haz hacia un rincón en penumbra estableceremos una "realidad" de lo que ahí existe, incuestionable y limitada. La luz define y la oscuridad elimina los límites. La luz es realidad, tangible, rígida y la oscuridad equivale a posibilidad. Considerando que la oscuridad es realmente el origen de todo, desde el universo hasta el contenido inconmensurable de la mente humana, ¿Vale la pena ligar estos conceptos con la bondad y la maldad, o incluso considerarlos opuestos?

-Xesús Fájer.

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